El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha expresado este martes su preocupación por el nuevo cierre «de manera unilateral» de la aduana comercial de Beni-Enzar por parte de Marruecos, ocurrido apenas seis meses después de que se reanudaran las operaciones el pasado 15 de enero de 2025. Según han informado fuentes empresariales, la notificación del cierre se realizó a través de un correo electrónico enviado a la aduana de Melilla.
Imbroda ha criticado duramente esta medida durante una interacción con los medios, afirmando que «Marruecos es quien manda en la frontera con España», y ha recordado el cierre abrupto de 2018, poco después del cambio de gobierno en España. «La cerró desde agosto de 2018, recién entrado el Ejecutivo de Sánchez con Cerdán, con Salazar, con Koldo, con Ábalos», detalló.
El gobernante melillense ha calificado la breve apertura de la aduana en enero como «paripé» y la comparó con una «astracanada de Muñoz Seca», refiriéndose al carácter «teatral absurdo y burlesco» del autor. «Era una comedia, pero ya no lo es. Ahora han cerrado hasta nueva orden», declaró.
Representantes del Ministerio de Exteriores, consultados por Europa Press, han aclarado que el acuerdo con Marruecos sigue vigente y permite ajustes en el tráfico aduanero durante eventos de gran afluencia, como la Operación Paso del Estrecho, para facilitar el tránsito de personas. «Ambas aduanas trabajan conjuntamente para compatibilizar el paso de mercancías con la Operación Paso del Estrecho», han reiterado desde el departamento liderado por el ministro José Manuel Albares.
«FALTA DE RESPALDO»
Imbroda ha subrayado que este cierre resalta «la debilidad de España» frente a Marruecos y «la falta de respaldo» del Gobierno central a los intereses de Melilla. «Nos cuesta Dios y ayuda porque no tenemos un Gobierno que nos apoye. Lo estamos haciendo por nuestros propios medios, pero estamos solos. Solos», afirmó, destacando que el enfoque del Gobierno local es «mirar al norte» para disminuir la dependencia del país vecino.
Sobre las especulaciones de que el cierre podría estar relacionado con la Operación Paso del Estrecho, Imbroda fue enfático: «Eso es mentira. Puede coexistir perfectamente la OPE y una aduana comercial, destinando un carril para los camiones y los tráilers. Marruecos ha decidido que no pase ninguno».
El presidente melillense ha denunciado la falta de reciprocidad en el régimen fronterizo actual: «No se puede pasar de Melilla a Marruecos ni un paquete de pipas, se lo abren y se lo tiran. Pero de Marruecos a aquí se trae lo que usted quiera: camisas, zapatos… Eso no puede ser. ¡Haga algo usted, señor Sánchez!», reclamó.
VERSIÓN DEL GOBIERNO CENTRAL
Frente a las acusaciones del Ejecutivo local, el Gobierno de España ha sostenido que la reapertura de la aduana en enero se alinea con los compromisos de la hoja de ruta hispano-marroquí firmada el 7 de abril de 2022, después de que el Gobierno modificara su postura respecto al Sáhara Occidental. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido que se trata de un «proceso gradual y progresivo» para la normalización completa del tránsito de mercancías y personas.
En una sesión en el Congreso el pasado 5 de mayo, Albares celebró que desde la reapertura ya habían cruzado por las aduanas de Ceuta y Melilla 3,5 toneladas de productos, aunque fuentes empresariales locales han tildado de «testimonial» el flujo real desde Melilla.
Asimismo, la Delegación del Gobierno en Melilla, encabezada por Sabrina Moh, ha asegurado que «la aduana está abierta a todos los empresarios y no existe ningún tipo de concesión o monopolio». En recientes reuniones con representantes del sector, se han explicado los procedimientos necesarios para importar y exportar mercancía con Marruecos, negando cualquier favoritismo.
Desde la reapertura parcial del 15 de enero de 2025, tras casi siete años cerrada, las operaciones comerciales han sido limitadas. La medida fue inicialmente vista por el Gobierno central como un paso adelante en la normalización de relaciones bilaterales, pero las restricciones impuestas, la falta de reciprocidad y la inestabilidad en el tránsito han causado frustración entre los empresarios melillenses.
Para el presidente de Melilla, el anuncio del cierre este 8 de julio, sin una fecha de reapertura definida, pone en duda nuevamente la fiabilidad de los acuerdos con Marruecos y la capacidad de España para manejar su frontera sur. «Nos han engañado varias veces desde 2018. Yo tengo muy poca fe. Ya me da igual por qué lo hacen. Lo importante es que Melilla no dependa más de estos vaivenes y construya su futuro mirando al norte», concluyó Imbroda.
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