La legislatura acabó sin la prometida reforma fiscal. El análisis de los expertos convocados por el Ministerio de Hacienda fue presentado al poco de estallar la guerra en Ucrania y María Jesús Montero se apresuró a aclarar que la reforma tendría que esperar.
Los programas electorales de los cuatro grandes partidos que concurren a las elecciones generales del próximo 23 de julio anticipan que no habrá que esperar otra legislatura. Todos ellos, sin excepción, anticipan la reforma del sistema tributario, pero con un orden de prioridades bien distinto.
Estas son sus propuestas para el sistema tributario:
PSOE
En el caso del PSOE, defiende la necesidad de acometer «un debate serio y riguroso sobre fiscalidad» y no «cortoplacista o basado en la demagogia». En este punto, plantea partir de las conclusiones del Libro Blanco sobre la reforma tributaria elaborado por los expertos de Hacienda.
El actual partido de Gobierno reivindica para su apuesta fiscal la garantía de los servicios públicos, incentivos para afrontar retos como la digitalización, la transición energética y la igualdad de género, el apoyo a sectores estratégicos, medidas contra la lucha contra el fraude fiscal y un reparto más equilibrado del coste de la crisis, para lo cual defiende «cambios estructurales en el sistema tributario».
Sin embargo, la concreción de sus propuestas es mínima:
- En el IRPF plantea universalizar la desgravación por hijo a cargo a todas las familias y aumentar el mínimo de tributación exento por descendientes y personas dependientes.
- En el IVA, una posible rebaja al IVA aplicado a los alimentos sin gluten a tipo súperreducido.
- En el Impuesto sobre Sociedades el PSOE habla de impulsar a nivel internacional una «tributación mínima suficiente» y una «justa distribución de la recaudación» entre los países en los que operan los grupos transnacionales.
- Respecto a los nuevos impuestos temporales, el PSOE plantea evaluar su prórroga –tal y como mandata su propia regulación, por otro lado–.
- En fiscalidad medioambiental, aboga por aplicar el principio de ‘quien contamina, paga’, acompañado de mecanismos de compensación, bien en la imposición directa o con ayudas para incentivar cambios, así como una evaluación de los incentivos.
Mecenazgo, confesiones religiosas y fraude fiscal
Otras propuestas son retomar la fallida Ley de Mecenazgo, la equiparación del régimen fiscal a todas las confesiones religiosas con el de entidades sin ánimo de lucro; un programa de incentivos fiscales en el marco de la política científica y de beneficios fiscales para adecuar instalaciones deportivas en zonas rurales.
Finalmente, avanza el impulso a un Pacto de Estado contra el fraude fiscal, el refuerzo de los recursos materiales y humanos de la Agencia Tributaria, medidas para evitar la elusión y la evasión fiscal de grandes empresas y patrimonios y una herramienta personalizada para que cada español sepa exactamente a qué se destinan los impuestos que paga.
El PSOE defiende esta medida como «ejercicio de pedagogía y transparencia fiscal frente a los discursos que consideran las bajadas de impuestos como la única receta posible».
PP
Las propuestas fiscales del PP se dividen en, por un lado, un plan inmediato de rebaja de impuestos, y por otro una una reforma integral del sistema tributario centrada fundamentalmente en la inversión, las rentas de capital y el crecimiento y el funcionamiento de las empresas.
Como medidas más inmediatas, los ‘populares’ encuadran una rebaja temporal del IVA aplicado a carne, pescado y conservas y también la rebaja de los tipos en el IRPF acorde a la subida de los precios.
También incentivos y bonificaciones fiscales en el marco del Plan de Recuperación, justificados para acelerar la ejecución de los fondos europeos.
Flexibilización de obligaciones a empresas
Para su reforma fiscal, buscan simplificar IRPF e Impuesto sobre Sociedades para las pymes, con medidas para aumentar la compensación de pérdidas a través de créditos fiscales y rebajas a empresas que aumenten el promedio de contratos indefinidos en su plantilla.
También medidas para suavizar las obligaciones derivadas de la condición de gran empresa. El PP plantea que obligaciones fiscales o laborales que se exigen a las empresas que superen ciertos umbrales se acrediten de manera diferida o a través de moratorias, y también flexibilizar la periodicidad en las liquidaciones de IVA y los pagos de las retenciones de IRPF.
Otro de los enfoques de la reforma es la protección del ahorro, anticipando la recuperación de las desgravaciones a los planes privados de pensiones que el Gobierno de coalición rebajó en favor de los planes de empresa.
Rebajas a la inversión extranjera, con la vista en Latinoamérica
Otros cambios planteados son los dirigidos a empresas e inversores extranjeros, anticipando incentivos en el régimen fiscal para nuevos residentes y una revisión del marco fiscal y las deducciones para inversores y empresas emergentes.
Particularmente en las inversiones procedentes de Latinoamérica, el PP quiere revisar el tratamiento fiscal de las inversiones cruzadas entre España y estos países, así como de la normativa concursal española para permitir su aplicación en procesos de reestructuración en el extranjero.
Respecto a los nuevos impuestos, propone eliminar el Impuesto de solidaridad sobre las grandes fortunas y no menciona nada de los impuestos a banca y a energéticas. Su candidato Alberto Núñez Feijóo ya ha avanzado su intención de no derogarlos, si bien su vigencia actual no va más allá de 2024.
Despoblación, artistas y estatuto del contribuyente
El PP también propone un programa de rebajas fiscales como solución a la despoblación, con una fiscalidad específica para empresas y personas que abran un negocio o vendan, compren o permuten tierras. Para ello se bonificará el Impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados o el IBI, además de rebajas fiscales para estimular el cambio generacional en el campo.
Además de incentivos a las actividades artísticas en el marco de su estatuto, a empresas de Inteligencia Artificial, o la inversión social en el deporte, el PP plantea extender los beneficios fiscales de la Iglesia a otras confesiones «con notorio arraigo» y devolver cantidades abonadas por propietarios de viviendas ocupadas en el IBI y el Impuesto sobre Patrimonio.
Finalmente, promete una reforma de los Tribunales Económico-Administrativos y un nuevo Estatuto del contribuyente, así como más competencias para el Consejo para la Defensa del Contribuyente.
VOX
Los de Santi Abascal presentan sus propuestas para el sistema tributario como «la mayor y más profunda reforma fiscal de la historia reciente». Y no se quedan cortos, ya que plantean rebajar al mínimo su progresividad, e incluso eximir de impuestos a familias numerosas.
- En el IRPF proponen un tipo reducido del 15% a aplicar sobre bases imponibles inferiores a 70.000 euros y un tipo ordinario del 25% para rendimientos superiores.
- Estos tipos se reducirían cuatro puntos por cada hijo, lo que eximiría de tributar a una familia con cuatro hijos si las rentas no alcanzan 70.000 euros y sólo un 9% si las rentas superan dicho umbral.
- Con independencia de si hay uno o más pagadores el mínimo exento anual por las rentas del trabajo se fijaría en 22.000 euros.
Hasta la consecución de este sistema Vox plantea recuperar la deducción de los intereses por la compra de vivienda habitual, generalizar la deducción de los costes del alquiler y actualizar los tipos aplicados a las rentas del capital conforme a la inflación.
También reducir de la base imponible del IRPF los costes derivados de la contratación en el hogar de trabajos de limpieza, personal sanitario o dependencia, gastos escolares y una nueva deducción creciente por hijo desde los 1.200 euros por el primero hasta 2.750 por el cuarto.
IVA e Impuesto sobre Sociedades
En el IVA, aboga por revertir la subida aprobada en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy, bajando el tipo reducido del 10% al 8% y el tipo general del 21% al 18%, y volver a aplicar el tipo reducido a servicios como las de material escolar, el cine o la peluquería. También una rebaja en fármacos infantiles, pañales o su eliminación en la compra de la primera vivienda.
En el Impuesto sobre Sociedades aboga por una reducción progresiva del tipo hasta el 15%, rebajando el tipo aplicable en función de la relocalización de beneficios y la creación de empleo, además de incentivos a la inversión, reinversión de beneficios y plusvalías en bienes y activos tangibles e intangibles, sin importar el tamaño. Otros incentivos son a empresas que compren «producto nacional», a las que operen en zonas poco pobladas y a nuevas explotaciones agrarias y heredadas.
Supresión, bonificación y rebaja de impuestos
- Supresión del Impuesto sobre el Patrimonio, el del Sucesiones y Donaciones y el de Plusvalías Municipales.
- Rebaja del tipo general del 1,5% al 0,5% en el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados
- Bonificación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales al 100% para la compra de vivienda habitual de hasta 300.000 euros. A partir de ese valor, rebaja al 6% y del 3% en caso de familias numerosas.
- Ampliación de los supuestos de bonificación del IBI.
Vox también busca que las grandes plataformas tecnológicas coticen por los datos digitales, proponiendo el pago de un porcentaje al particular del que obtenga datos, así como su tributación, y el refuerzo de los mecanismos para perseguir la evasión fiscal en la economía digital.
SUMAR
En el lado opuesto, Sumar defiende en su programa la introducción de mecanismos para mejorar la progresividad del sistema fiscal con una reforma orientada a buscar más recursos entre grandes empresas, grandes patrimonios y rentas del capital.
En el IRPF plantea aumentar los tramos a partir de rendimientos de más de 120.000 euros –y elevar el tipo máximo hasta el 52% para rentas de más de 300.000 euros— y subir los tipos por rentas del capital para aproximarlas a las del trabajo, con al menos un tipo del 30% para rentas por encima de los 120.000 euros.
También busca eliminar el régimen de estimación objetiva y régimen especial de IVA asociado, así como deducciones en el IRPF sin justificación económica.
La formación liderada por Yolanda Díaz plantea hacer permanente el Impuesto sobre Grandes Fortunas –y hacerlo más progresivo con un tipo de al menos el 4% en el tramo más elevado–, un tipo mínimo nacional en Sucesiones y Donaciones, y mantener los impuestos a banca y energéticas hasta completar la reforma del Impuesto sobre Sociedades.
Para esta reforma buscan un tipo mínimo efectivo del 15% y determinadas medidas para recortar las deducciones, exenciones y correcciones que rebajan la base imponible de las empresas:
- Limitar la compensación de bases negativas por ejercicios en pérdidas
- Limitar exenciones de dividendos y plusvalías de sociedades por su participación en filiales
- Revisar ventajas fiscales en la consolidación de cuentas de grupos internacionales
- También propone modificar la norma contra las deslocalizaciones para definir la jurisdicción no cooperativa, concretar un nivel impositivo efectivo considerablemente inferior e introducir nuevos criterios para la definición de sede fiscal.
Nuevos impuestos medioambientales
Sumar también apuesta por una reforma de la fiscalidad ambiental, con mecanismos de compensación a colectivos con menos recursos y atendiendo a criterios distributivos. Para ello propone varios nuevos gravámenes:
- Gravamen a beneficios extraordinarios de la industria fósil
- Gravamen a servicios de lujo, como vehículos de lujo, aviones privados, grandes yates o clase business en los vuelos
- Tasa creciente sobre viajes frecuentes en avión, a partir del segundo vuelo anual
- Tasa al combustible de aviación, así como eliminar «privilegios fiscales» en el transporte aéreo
- Tasa al plástico para desincentivar el uso de envases en toda la cadena
- Impuesto general a grandes empresas contaminantes, basado en sus emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y azufre (SOx), que estaría cedido a las comunidades autónomas y que buscaría incentivar inversiones para la reducción de emisiones
Todo ello acompañado de una batería de exenciones y penalizaciones con criterios de progresividad para incentivar, por ejemplo, el uso de energías renovables, el autoconsumo, la eficiencia energética, la alimentación ecológica, la rehabilitación o la movilidad eléctrica, y castigar el uso de combustibles fósiles, la aviación, los productos de un solo uso o la ganadería intensiva.
Alimentación, vivienda y sistema financiero
Fiscalidad saludable: Impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados no saludables, revisión de la fiscalidad aplicada al tabaco y al alcohol, además de beneficios fiscales y ayudas a alimentos saludables.
En vivienda, Sumar plantea que los incentivos fiscales en el IRPF sólo puedan aplicarse a propietarios que arrienden por debajo del índice de referencia (nunca más del 30% de la renta del inquilino) y aplicar recargos a empresas que alquilen por encima del umbral.
También condicionar los beneficios fiscales a las socimis y fondos de inversión «en función del valor social y su aportación al interés general», un nuevo gravamen aplicado a «suelos disponibles para urbanización ociosos» y una reforma del IBI para permitir el establecimiento de escalas según el valor catastral.
En el Impuesto sobre Transacciones Financieras propone gravar también operaciones que actualmente no están sujetas, como el de los derivados financieros.
Incentivos fiscales y fraude
Otras propuestas son un modelo de tributación «más equitativo» para trabajadores autónomos y cambios en la compensación de ganancias para los trabajadores de la cultura dado el carácter irregular de sus rentas.
Entre los incentivos fiscales, Sumar plantea:
- una deducción fiscal o prestación mensual de 200 euros que unifique la prestación por hija a cargo, el complemento por hijo en el ingreso mínimo vital o la deducción fiscal por madre trabajadora, pero también una desgravación
- beneficios fiscales o incentivos a empleados públicos que se comprometan a trabajar y residir en zonas rurales durante al menos cinco años
- desgravación fiscal condicionada a planes de inversión en descarbonización y autonomía energética en campus universitarios
- incentivos fiscales en Ley de Mecenazgo, con una nueva casilla cultural en IRPF
- fiscalidad favorable para familias en caso de discapacidadempresas de la economía social
- actividades de conservación de espacios naturales y sustitución de plantaciones por especies autóctonas
Sumar también plantea mejorar los instrumentos contra el fraude fiscal, con una base de datos fiscales única compartida por administraciones; la igualación de los plazos de prescripción administrativa y penal a cinco años (o diez años en caso de delitos agravados); la unificación de umbrales y penas por diferentes delitos fiscales y delitos agravados; o el refuerzo de la plantilla de la Agencia Tributaria.