Un equipo de la Universidad de Arizona en Estados Unidos ha creado una técnica innovadora para suministrar tratamientos quimioterapéuticos contra el cáncer de páncreas y mama, logrando una mayor eficiencia y minimizando el daño a tejidos sanos en comparación con los métodos convencionales.
Publicado en ‘Nature Cancer’, el estudio revela cómo la nueva versión del medicamento paclitaxel podría superar ciertas limitaciones habituales de la quimioterapia, estableciendo las bases para un nuevo enfoque en el tratamiento del cáncer y otras patologías.
‘El paclitaxel es potente y destruye las células cancerosas, pero para liberar todo su potencial terapéutico, tenemos que abordar su toxicidad’, explica Jianqin Lu, doctor y profesor asociado titular de la cátedra John A. y Frances P. Ware en la Facultad de Farmacia R. Ken Coit de la Universidad de Arizona. ‘Eso significa encontrar una forma mejor de hacer llegar el fármaco a las células tumorales y, al mismo tiempo, conseguir que permanezca más tiempo en ellas. Esta plataforma se basa en una tecnología que modifica el fármaco para que llegue mejor a los tumores y penetre en ellos, lo que mejora la administración del fármaco y reduce los efectos secundarios’, añade Lu.
El paclitaxel, esencial en la quimioterapia para tratar diversos tipos de cáncer como los de mama, páncreas, pulmón y ovario, a menudo se distribuye también en órganos no deseados como el hígado y el bazo. La nueva técnica, probada en ratones, utiliza nanovesículas que mejoran la entrega del medicamento al tumor y prolongan su presencia en el sistema, minimizando el impacto en tejidos sanos.
La nueva fórmula, denominada ‘Paclitaxome’, ha superado en eficacia a ‘Taxol’ y ‘Abraxane’ en pruebas con cáncer de mama triple negativo y cáncer de páncreas avanzado en ratones. Posteriormente, se han realizado ajustes para crear una versión mejorada de paclitaxel (CD47p/AZE-Paclitaxome) que ha mostrado una disminución en el crecimiento del tumor y un incremento en la supervivencia.
‘Muchos fármacos quimioterapéuticos tienen una administración deficiente. El paclitaxoma es clínicamente prometedor porque el sistema administra el fármaco en el lugar del tumor y previene los efectos secundarios. El fármaco no se elimina del sistema tan rápidamente. Todo esto mejora su eficacia’, señala Aaron Scott, coautor del estudio y oncólogo, doctor en Medicina y profesor asociado de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona en Tucson.
TAMBIÉN MEJORÓ LA ADMINISTRACIÓN DE COMBINACIONES DE FÁRMACOS
Así, el paclitaxel modificado también mejoró la administración de combinaciones de fármacos a los tumores. Los investigadores probaron la combinación de paclitaxel y gemcitabina insertando gemcitabina en el núcleo de la nanovesícula. ‘Analizamos diferentes proporciones de fármacos y luego cargamos la mejor en la nanovesícula’, explica Lu, que añade que ‘la combinación superó a la administración conjunta de gemcitacina y ‘Taxol’, así como a la combinación de ‘Abraxane’ y gemcitacina’.
En otra prueba, combinaron el paclitaxel modificado y el fármaco carboplatino para prevenir la recurrencia del cáncer de mama triple negativo en ratones, al tiempo que eliminaban la enfermedad que se había extendido a otras partes.
‘Esta estrategia se puede aplicar a otros fármacos y también a otras enfermedades. Aplicamos esta estrategia de nanovesículas a otro fármaco de quimioterapia, la camptotecina, y funcionó bien en un modelo de cáncer de colon en ratones. Eso demostró la generalización de esta tecnología a una serie de fármacos’, afirma Lu.
‘Nuestro objetivo es llevar esto a los primeros ensayos clínicos en humanos. Esta plataforma puede abarcar una variedad de tipos de tumores para pacientes que necesitan desesperadamente mejores terapias’, concluye Scott.















