El Proyecto de ley del Cine y de la Cultura Audiovisual tendrá que esperar. Desde que superara el debate a la totalidad el pasado 16 de marzo, el articulado permanece en stand by por las sucesivas ampliaciones del plazo de enmiendas de la Mesa del Congreso. Ya va una docena y se prevén algunas más. El motivo no es otro que la priorización de los trabajos parlamentarios. La ley del Cine será abordada por la comisión de Cultura y Deporte, la misma que trabaja en la actualidad el Proyecto de ley de creación de la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos, O.A (OEDAC). En consecuencia, fuentes consultadas por Demócrata admiten que hasta que no esté encarrilada la relativa a los derechos de autor, no se desbloqueará la ley del Cine.
Las negociaciones por la ley del Cine aún no se han iniciado y el PSOE, en principio, no prevé registrar enmiendas con grandes cambios más allá de alguna “mejora técnica”. Todos los esfuerzos están puestos en encauzar y aprobar la ley de creación de la OEDAC antes de adentrarse de lleno en un articulado tan importante como es el del Cine.
Mejoras técnicas a la OEDAC
El Proyecto de ley de creación de la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos, O.A se encuentra en fase de comisión, cuya ponencia está elaborando el informe. El listado de enmiendas de los grupos parlamentarios no anticipa choques importantes. La gran mayoría refieren mejoras técnicas, cambios de nomenclatura de la Oficina o detalles para salvaguardar las competencias autonómicas.
De hecho, el Grupo Socialista utilizó sus enmiendas para impactar y/o corregir otras leyes. Así, planteó una corrección al Impuesto sobre Sociedades para modificar las deducciones por gastos realizados en la producción y exhibición de espectáculos en vivo y artes escénicas y musicales; subsanó un error en la ley de tasas consulares por el que la Comisión Europea abrió un expediente de infracción a España; e introdujo ayudas a eventos culturales.
El PSOE no fue el único que aprovechó la oportunidad. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) maniobró de forma semejante para urgir a la derogación de la tauromaquia como patrimonio cultural y así extraerlo del bono cultural joven.