La Comisión Europea ha comenzado una investigación detallada para determinar si la corporación china CRRC fue beneficiada por subsidios de Pekín que le proporcionaron una “ventaja indebida” en la competencia por el contrato del tren ligero de Lisboa, lo que podría haber alterado las reglas del juego en el Mercado Interior.
Este procedimiento se enmarca en las políticas de la Unión Europea para combatir la competencia desleal de firmas foráneas, donde el Ejecutivo comunitario tiene facultades para establecer medidas correctivas o incluso prohibir la asignación de contratos si se evidencian prácticas ilegales.
El caso surge tras una alerta del consorcio Mota Engil, parte del cual es una subsidiaria portuguesa de CRRC, que compitió en un concurso público lanzado en abril para la creación y mantenimiento de la nueva línea violeta del metro lisboeta.
El vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de la Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, explicó en una declaración que el objetivo de la pesquisa es verificar si las ayudas estatales permitieron a CRRC presentar una propuesta “indebidamente ventajosa” en la licitación.
“La apertura de Europa depende de que todos los participantes respeten las normas. Proteger nuestro Mercado Único de las distorsiones es fundamental para garantizar una competencia leal, apoyar a las empresas que compiten por méritos propios y salvaguardar la seguridad económica de la Unión”, señaló Séjourné.















