El gobierno iraní ha indicado que continúa trabajando hacia un acuerdo de cooperación con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), aunque ha enfatizado que el director general, Rafael Grossi, representa ‘un problema fundamental’ para normalizar dichas relaciones.
‘Nuestra preocupación es que el sistema gestor y su cúpula operan bajo la influencia de potencias dominantes. El director general es en sí mismo un problema fundamental’, expresó el líder de la Organización para la Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, tras el regreso de un grupo de inspectores del OIEA que visitaron el país en medio de tensiones recientes.
Adicionalmente, Eslami mencionó que ‘la agencia fue invitada para supervisar el proceso de recambio de combustible en la central nuclear de Bushehr, con aprobación de la secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional’, y destacó que ‘dos inspectores llegaron, supervisaron y se fueron’, según informes de la agencia de noticias Mehr de Irán.
Desde junio, Irán ha expresado su descontento con Grossi, acusándolo de emitir un ‘informe sesgado’ que fue ‘instrumentalizado’ por el E3 –Reino Unido, Francia y Alemania– y Estados Unidos para fundamentar la resolución del 12 de junio por la Junta de Gobernadores del OIEA, que acusó a Irán de incumplir sus compromisos por primera vez en veinte años.
El conflicto escaló cuando Israel y Estados Unidos llevaron a cabo ataques contra instalaciones nucleares iraníes, aunque desde el 24 de junio se mantiene un alto el fuego, pese a las persistentes tensiones y la incertidumbre sobre su durabilidad.
















