Este lunes, funcionarios rusos comunicaron que han interceptado alrededor de 75 drones operados por Ucrania, incluyendo 15 que tenían como destino la capital, Moscú. Este incidente provocó una interrupción breve de las actividades en los aeropuertos moscovitas.
Según una declaración del Ministerio de Defensa de Rusia, difundida a través de su perfil en Telegram, los sistemas de defensa antiaérea lograron neutralizar 74 drones, de los cuales 23 fueron derribados sobre la región de Moscú, «entre ellos 15 que volaban hacia Moscú».
La entidad también reportó que 14 drones más fueron eliminados en la región de Kursk, añadiendo a esta cifra 12 en Rostov, y 10 en las regiones de Briansk y Kaluga. Además, se informó sobre la destrucción de cuatro drones en Tula y uno en Lípetsk, sin que se hayan reportado víctimas ni daños materiales hasta el momento.
En respuesta a estos eventos, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia) tomó la decisión de restringir temporalmente las operaciones en los aeródromos de Sheremetyevo, Vnúkovo, Domodedovo y Zhukovski. No obstante, estas restricciones fueron levantadas poco después, permitiendo la reanudación de las operaciones aéreas.
Artem Korenyako, portavoz de Rosaviatsia, anunció en Telegram que «Las restricciones a la entrada y salida de aviones han sido retiradas». Aclaró que las medidas se implementaron «para garantizar la seguridad de los vuelos», sin ofrecer más detalles al respecto.
















