Un magistrado del Tribunal Superior de Londres ha desestimado una apelación de última hora por parte de Palestine Action, que buscaba evitar su prohibición bajo acusaciones de terrorismo. Esta decisión llega después de que el Parlamento aprobase la medida recientemente, a raíz de varias iniciativas a favor de Palestina.
La iniciativa para prohibir el grupo fue impulsada por el Gobierno de Keir Starmer, después de que miembros del grupo vandalizaran una base aérea pintando aviones militares. Los daños fueron valorados por las autoridades en 7 millones de libras (8,1 millones de euros).
Desde la medianoche del viernes al sábado, apoyar o ser miembro de Palestine Action será considerado un crimen, con penas que pueden llegar hasta los 14 años de prisión, a pesar de que los representantes legales del grupo han argumentado hasta el final que la prohibición es un «abuso autoritario» de poder, según indica la BBC.
«Es la primera vez en nuestra historia que un grupo de desobediencia civil, que no aboga por la violencia, es proscrito como terrorista», ha afirmado la organización frente al juez, quien ha mencionado el interés público como razón para mantener la orden en vigor.
En un intento de revertir esta «pesadilla distópica», Palestine Action ha declarado en redes sociales que seguirá luchando hasta el último momento, mientras decenas de partidarios se han reunido frente al tribunal para expresar su apoyo al grupo.











