QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha lanzado un contundente ataque este miércoles contra Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, acusándolo de utilizar la crisis en Gaza como “cortina de humo” y ha rechazado recibir sus “lecciones de humanidad”. Según Feijóo, Sánchez estaría dispuesto a aliarse hasta con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, “por seguir en el poder”. A pesar de estas declaraciones, Sánchez ha enfatizado ante el grupo parlamentario del PP que en Gaza se perpetra “un genocidio”.
“Usted antes se preocupaba por el pueblo saharaui y cambió de parecer en un solo día. Todos sabemos que para mantenerse en el poder, pactaría incluso con el señor Netanyahu. Cumpla con la ley, respete a los ciudadanos y no permitiré que explote las tragedias de Gaza contra los españoles que no le apoyan”, declaró Feijóo a Sánchez en el Congreso durante una sesión de control al Gobierno, en un momento de creciente tensión con Israel.
El debate se intensificó cuando, tras la decisión de RTVE de no participar en Eurovisión si Israel compite, Feijóo interrogó a Sánchez sobre posibles medidas similares en otros ámbitos deportivos, como la Euroliga de baloncesto o el Mundial de fútbol. Feijóo sostuvo que Sánchez busca “ocultar sus propios escándalos de corrupción”, y criticó la “inestabilidad populista” que, según él, vive España.
SÁNCHEZ DESTACA LA ESTABILIDAD Y SOLICITA AL PP EVITAR “INSULTOS”
Por su parte, Sánchez reiteró la gravedad de la situación en Gaza y sugirió a la oposición atender las recomendaciones del “grupo de trabajo de Naciones Unidas” y los resultados de una encuesta del Real Instituto del Cano, que indica que “el 82% de los españoles, incluidos votantes del PP, creen que se está cometiendo un genocidio.
“Dejen de insultar, argumenten, señorías. Los insultos no solucionan las listas de espera en sanidad ni los problemas de vivienda que enfrentan los jóvenes. Han optado por insultar en lugar de argumentar, es su elección”, expresó Sánchez a los miembros del PP. Además, ha alardeado del crecimiento económico y de la estabilidad de su gobierno, destacando que dirige “el tercer gobierno más longevo de la Unión Europea” y que “la estabilidad no la otorga una mayoría absoluta”.
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