El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha expresado su preocupación por lo que considera una ‘fricción incomprensible’ entre el Poder Judicial y el Congreso, un fenómeno que ve como ‘inédito en democracia’ y que cree que ‘merece una reflexión política seria’.
Durante su participación en la II Jornada Parlamentaria sobre Sindicalismo y Participación Institucional, organizada por Comisiones Obreras, Zapatero destacó que ‘por primera vez en democracia’ se observa una oposición crítica de parte de la Judicatura hacia leyes emanadas del Parlamento, lo cual, a su entender, ‘afecta a la raíz del modelo democrático’.
El exmandatario enfatizó la importancia del Congreso en la vida pública y demandó su respeto por parte de todos los poderes, incluido el judicial. Recordó que en su etapa como presidente mantuvo una separación clara con el Poder Judicial: ‘Jamás tomé un café con un magistrado del Supremo; solo los vi el día en que fueron nombrados’.
Zapatero también comentó que la tensión institucional se ha intensificado tras el proceso separatista catalán y la aprobación de la ley de amnistía, provocando ‘una reacción difícil de metabolizar’ en ciertos sectores judiciales. Afirmó que, aunque complejo, este escenario ‘se acabará encauzando con el tiempo’ y la normalidad constitucional se restablecerá.
DEFENSA DE LA ‘SOLIDEZ’ DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA
Zapatero aprovechó la ocasión para reivindicar la estructura parlamentaria de España y la ‘solidez’ de su democracia. Destacó que la Constitución fomenta un equilibrio de poderes, siempre con el Parlamento ejerciendo control sobre el Ejecutivo. Resaltó la importancia de mecanismos como la moción de censura constructiva y la capacidad del presidente del Gobierno para disolver las Cortes, lo que garantiza la gobernabilidad.
Con la fragmentación política actual, señaló, el Parlamento ha adquirido un rol más significativo, instando a la necesidad de adaptar las reglas a la nueva realidad política. Concluyó destacando la fortaleza de la democracia española como herramienta para solucionar conflictos sociales y políticos, y reafirmó la fortaleza y el respeto que mantiene España a nivel internacional.
















