Con el 23-J ya en el retrovisor, los partidos políticos con representación en las Cortes Generales enfilan la Legislatura XV, que dará comienzo el próximo 17 de agosto con la constitución de las Cámaras. Pocas son las certezas sobre la mesa. ¿Habrá Gobierno? ¿Conformado por quién? ¿Cómo quedará configurada la Mesa del Congreso? Con todo, hay reformas e iniciativas que ya se aventuran plausibles. Hay pocas propuestas en las que han coincidido los dos grandes partidos, PP y PSOE, pero alguna hay; por lo que, de cumplir sus respectivos programas, el acuerdo en algunos puntos es posible. Es el caso de la gratuidad de la Educación infantil de cero a tres años.
Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez concurrieron a las elecciones del 23 de julio con esta iniciativa como parte nuclear de su apuesta educativa. También la candidata de Sumar, Yolanda Díaz. Las bancadas popular y socialista, con 136 y 122 diputados respectivamente, superan con creces la mayoría absoluta, con 258. Un holgado respaldo que engrosaría Sumar con sus 31 escaños, elevando la cifra a 289.
Antes incluso del arranque de la campaña electoral, Feijóo adelantó su primera propuesta: garantizar una Educación de cero a tres años universal y gratuita. Una iniciativa que plasmó en su programa electoral, en el cual precisó que sería cofinanciada por el Estado y las Comunidades Autónomas, aportando cada cual el 50%. Además, desveló que se definirían unas orientaciones curriculares basadas en la adquisición del lenguaje, la comprensión lectora y las habilidades numéricas básicas.
El programa electoral del PSOE también incluyó en su propuesta educativa la gratuidad de la Educación de cero a tres años, abundando en su objetivo de universalizar la escolarización desde los cero a los 18 años. Para ello, apuesta por aumentar las plazas de forma gradual, disponiendo una oferta suficiente.
La ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, también aboga por universalizar la cobertura pública gratuita de dicha etapa educativa. En su caso, alega que repercute positivamente en las futuras trayectorias y potencia la permanencia y el éxito escolar; además de que contribuiría a facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Una iniciativa de este calado requiere de muchos flecos, pero a falta de abordarlos, lo cierto es que los programas electorales coinciden y hay mayorías amplias tanto en Congreso como Senado como para concretarla.
Más plazas para FP
Los documentos programáticos de PP, PSOE y Sumar vuelven a coincidir en otro punto en materia educativa: el incremento de la oferta de plazas de Formación Profesional. Pedro Sánchez prometió que, si reedita Gobierno, se ofertarán 250.000 nuevas plazas. Fejóo no anticipó una cifra exacta, ni siquiera una aproximación, pero también se comprometió a disponer nuevas plazas. Eso sí, el popular las vinculó a sectores en auge, como la economía digital y las energías renovables. De su lado, Díaz apuesta por robustecer la red de centros de Formación Profesional para poder ofrecer las plazas suficientes que garanticen que ningún alumno o alumna se quede fuera.
El obstáculo
A pesar de que existe quórum tanto para implementar la gratuidad en Educación infantil como para aumentar las plazas de Formación Profesional, el acuerdo no se antoja fácil. Ambas cuestiones se enmarcarían en un debate sobre Educación, que nunca ha generado concierto entre las grandes fuerzas políticas. Desde el advenimiento de la democracia, en España se han aprobado ocho leyes de Educación no universitaria, y ninguna de ellas ha contado con el respaldo de PSOE y PP.
El articulado vigente, la LOMLOE, comúnmente conocida como ley Celaá, no fue la excepción. No cosechó el beneplácito de la bancada popular. De hecho, su candidato, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido a reformarla si llega a la Moncloa.