La Fundación Española de Directivos de la Salud (Fundación SEDISA) ha llevado a cabo el V Foro de Directivos de Gestión Económica y Centrales de Compras, destacando la importancia de adaptar los marcos normativos a las particularidades del sector, mejorar la agilidad de los procedimientos sin perder transparencia y fomentar la adquisición centrada en el valor y los resultados sanitarios.
En el evento, que finaliza este viernes, se evaluaron los métodos de compra de bienes y servicios en salud, su impacto en la sostenibilidad del sistema y las consecuencias en la calidad del servicio.
“La contratación sanitaria constituye un eje estratégico de sostenibilidad y calidad asistencial. La gestión eficiente no es una función administrativa, sino una palanca de resultados de valor. Avanzar hacia modelos más ágiles, colaborativos y basados en valor es imprescindible para asegurar la disponibilidad de tecnologías, servicios y medicamentos en tiempo y forma”, manifestó Joaquín Estévez, presidente de la Fundación SEDISA.
Por su parte, Javier López, subdirector general de Asuntos Generales y EconómicoPresupuestarios del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), abordó los retos que implica la Ley de Contratos del Sector Público frente a la rápida innovación y variabilidad del sector salud. “Uno de los principales retos de cara a la contratación pública es, por un lado, las dificultades que supone acompasar el cumplimiento de la Ley de Contratos del Sector Público, cuyos plazos se miden en semanas/meses, con las necesidades asistenciales a las que cada día debemos, indefectiblemente, que dar respuesta de forma inmediata en nuestros hospitales y centros de salud. A esto se le unen las continuas innovaciones y avances tecnológicos, organizativos, de cartera de servicios que incrementan la complejidad y ralentizan la preparación de los expedientes de contratación. En definitiva, se trata de un sector en continua evolución que dificulta la planificación a medio y largo plazo”, explicó López.
“Se debe dotar a las Administraciones sanitarias y asistenciales de medios que reduzcan la carga burocrática, que permita adquirir a cada centro los medicamentos y productos sanitarios para cada concreta necesidad. De este modo, creo que el sector sanitario mayoritariamente es proclive a esta adaptación normativa”, añadió.
IMPLANTACIÓN DE CRITERIOS MEDIOAMBIENTALES EN LA COMPRA
Para la implantación de la compra basada en valor, desde SEDISA señalan que se están considerando criterios medioambientales en las centrales de compras. “En primer lugar, se analizan las licitaciones que hay que tramitar desde la central de contratación, distinguiendo las que son de productos sanitarios, no sanitario y medicamentos”, indicó Paula Hors Comadira, directora del Servei Agregat de Contractacions Administratives del Consorci de Salut i Social de Catalunya.
“A partir de aquí, en la totalidad de las licitaciones de la central de contratación del CSC se incorporan criterios de adjudicación medioambientales que pueden versar sobre: envases, transporte, huella de carbono, SGMA, etiquetas (sobre todo en expedientes de ropa y vestuario), entre otros. Es importante empezar a introducir estos criterios como criterios de valoración que como criterios obligatorios ya que, en ocasiones, podrían ir en contra de la concurrencia”, destacó Hors.
Además, Hors resalta la importancia de las consultas preliminares de mercado, una herramienta utilizada para identificar las prácticas medioambientales de los proveedores.















