Un estudio reciente de Clariane, realizado en colaboración con OpinionWay, muestra que el 28% de los europeos se dedica a cuidar de manera regular a un familiar o allegado que ha perdido su autonomía. La encuesta incluyó a 3.500 participantes de seis países diferentes.
“Este retrato europeo pone de manifiesto el papel esencial -y a menudo invisible- de millones de ciudadanos que combinan su vida personal y profesional con el acompañamiento cotidiano de sus seres queridos”, señalan desde Clariane.
De esta fracción, la edad media de los cuidadores es de 47 años, siendo la mayoría (71%) personas activas laboralmente y residentes en áreas urbanas (55%). La prevalencia de cuidadores varía notablemente entre países; en Alemania representa el 23%, mientras que en Italia y España alcanza el 34% y 35% respectivamente. En Francia, el 24% de la población cumple con esta labor.
Principalmente, estos cuidadores se ocupan de familiares, siendo nueve de cada diez los que atienden a un progenitor o abuelo. En Francia, el 61% de los cuidadores se centra en estos familiares, cifra que en España aumenta al 68%. Contrariamente, en los Países Bajos, el 23% extiende su apoyo a personas fuera de su círculo familiar, como amigos o vecinos. Las principales motivaciones detrás de esta atención son la vejez (84%), enfermedades (78%) y discapacidades (53%).
CERCA DE 13 HORAS SEMANALES
Ofrecer cuidados implica una dedicación de unas 13 horas semanales, cifra que puede llegar hasta 16 horas en España. Las formas de ayuda son diversas, incluyendo desde apoyo material como compras y tareas domésticas (73%), hasta soporte emocional (59%) y administrativo (54%). En Francia, el apoyo emocional y administrativo es más frecuente (62% y 60%), mientras que las tareas físicas son menos comunes (26%). En Italia y España, más de la mitad de los cuidadores (54%) también proporcionan cuidados físicos diarios.
A pesar de la carga que supone cuidar de otra persona, la mayoría de los cuidadores asume su rol con convicción. Ocho de cada diez gestionan solos el cuidado de sus allegados y nueve de cada diez sienten orgullo por ello. En Francia, el 90% comparte ese sentimiento de orgullo y más de la mitad se siente feliz de poder acompañar a su ser querido.















