Las de este domingo, 21 de abril de 2024, has sido las decimoterceras elecciones al Parlamento Vasco. A la cita estaban convocados casi 1,8 millones de ciudadanos, que con su voto eligieron el color y el nombre de los 75 parlamentarios que conformarán la asamblea legislativa autonómica para la nueva legislatura. Dos son las peculiaridades de la Comunidad Autónoma Vasca respecto al resto de comunidades: un sistema electoral que no entiende de población a la hora de repartir escaños entre las provincias y un sistema de investidura que hace casi imposible la repetición electoral.
Un sistema electoral que sobrerrepresenta a Álava frente a Vizcaya
Los 75 escaños que componen el Parlamento Vasco se distribuyen por igual entre las tres provincias (Territorios Históricos, como se les denomina en el Estatuto de Autonomía). Así, la Ley de Elecciones vasca fija en 25 el número de parlamentario por circunscripción (artículo 10). Para entrar en el reparto de diputados de una provincia hay que alcanzar al menos el 3% de los votos válidos (sufragios a candidaturas y en blanco) emitidos en ese territorio.
De los 2,2 millones de habitantes, la mitad (52%) residen en Vizcaya, un tercio (32,8%) en Guipúzcoa y el resto en Álava (15,2%). Sin embargo, las tres provincias tienen los mismos representantes: un tercio.
La asignación de 25 actas por circunscripción, sin considerar las diferencias de población entre ellas, hace que conseguir representación en Álava sea más asequible que en el resto. Así, el CDS de Adolfo Suárez logró dos asientos por esta provincia en 1986 con apenas 11.000 votos, mientras que los más de 20.000 en Vizcaya no le reportaron parlamentario alguno. Más paradigmático es el caso de Unidad Alavesa (UA), una suerte de escisión del PP surgida tras la refundación de Alianza Popular en el Partido Popular, a finales de los 80. La formación, que reivindicaba la autonomía de Álava, sacó 5 escaños, con menos de 28.000 votos, en 1994.
El PNV siempre ha sido la fuerza más votada
Como en las doce citas anteriores, el PNV ha sido el partido con mayor número de votos. Solo en una ocasión, en 1986, el PSE-PSOE le superó en escaños (19 frente a 17 de los nacionalistas), ayudado en gran medida por el resultado en Álava, donde una diferencia de menos de 7.000 papeletas le otorgó dos actas más que los jeltzales. En el cómputo global, el PNV se impuso en votos: 271.208 (23,6%) por 252.233 (21,95%) de los socialistas.
Hasta última hora, los sondeos pronosticaban un empate (cuando no un mayor número de escaños) de EH Bildu frente al PNV. Habrá que esperar a estudios poselectorales para saber sobre qué se ha cimentado la crecida de la izquierda abertzale. El análisis de las transferencias de voto del último estudio demoscópico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes de los comicios reflejaba que un 71% de quienes votaron a Urkullu consideraba repetir con el PNV, fidelidad de voto que se disparaba al 92% en el caso de EH Bildu. El grado de retención no es la única tendencia favorable a la izquierda abertzale en su puja por alzarse con el que sería un triunfo histórico.
Uno de cada diez electores (11%) del PNV hace cuatro años se mostraba favorable a otorgar ahora su confianza a Bildu, mientras que el recorrido inverso apenas era de un 2,4%. A lo anterior se sumaba el 36% de votantes de Elkarrekin-Podemos que captaría la coalición nacionalista y el tercio de nuevos votantes que declarabann en la encuesta del CIS su intención de voto o su simpatía por los de Otxandiano.
Tierra de coaliciones de Gobierno
Pese a imponerse a escaños en 1986, el PSE-EE tuvo que esperar a 2009 para aupar por primera, y hasta el momento única vez desde la creación de la comunidad autónoma, a un lehendakari que no fuera del PNV. Las opciones tras la convocatoria electoral de mediados de los 80 pasaban por lograr el apoyo de Eusko Alkartasuna (EA) —fundado el mismo 1986 como una escisión del PNV y liderado por Carlos Garaikoetxea y que un año antes dimitió como presidente autonómico—, así como de Euzkadiko Ezkerra, que menos de una década después acabaría diluyéndose en el partido de los socialistas vascos.
La falta de entendimiento entre las tres fuerzas hizo que finalmente PNV y PSE-EE cerraran un Ejecutivo de coalición encabezado por el nacionalista José Antonio Ardanza, fallecido hace unos días. Los socialistas se hicieron con la vicepresidencia para el entonces delegado del Gobierno en la comunidad, Ramón Jáuregui (el candidato electoral había sido Txiki Benegas) y con la presidencia de la Cámara, que recayó en Jesús Eguiguren. En aquella legislatura, la III se inauguraron los gobiernos multicolor en el País Vasco, una práctica, la de las coaliciones, que luego se ha repetido en otras 8 ocasiones.
Ya en 2009, con la izquierda abertzale fuera del Parlamento Vasco tras la anulación por el Tribunal Supremo de las candidaturas de Democracia 3 Millones (D3M) y Askatasuna al considerar ambas marcas sucesoras de la ilegalizada Batasuna. Fue entonces cuando el hoy portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, logró 25 escaños que sumados a los 13 del PP, liderado por María San Gil, hicieron a López lehendakari. Aunque con apoyo externo de los populares hasta la ruptura del pacto de gobernabilidad, aquel fue un gobierno monocolor.
¿Cuándo empieza la XIII Legislatura del Parlamento Vasco?
Al contrario de lo que sucede en elecciones autonómicas o en las elecciones a las Cortes Generales, donde en el decreto de convocatoria electoral viene fijada la fecha de la sesión de constitución de las nuevas Cámaras, la legislación del País Vasco no contempla unos días concretos para el inicio de la nueva legislatura.
Tras la noche electoral y la proclamación de candidatos electos, prevista para la semana del 6 al 11 de mayo, habrá que esperar a que comiencen a acreditarse los nuevos parlamentarios. Una vez que se haya acreditado un tercio de los miembros de la Cámara, la presidencia de la Diputación Permanente tiene un plazo de 15 días para dictar el acuerdo de convocatoria de la sesión de constitución (artículo 4 del Reglamento del Parlamento).
En la sesión constitutiva se elegirán los miembros de la Mesa en sucesivas votaciones: una para la presidencia, otra para las dos vicepresidencias y una última para las dos secretarías.
El camino a la investidura: muy difícil la repetición electoral
Tras la celebración de la sesión constitutiva debe fijarse fecha para la convocatoria de un nuevo pleno, de carácter monográfico. En este segundo pleno de la legislatura se designarán los miembros de la Comisión Provisional de Incompatibilidades, requisito ineludible previo a la investidura (artículo 6 del Reglamento). Para ello cada grupo parlamentario propondrá dos nombres. La presidencia será para el grupo con más escaños, la vicepresidencia para el segundo y la secretaría para el tercero.
Una vez creada la Comisión provisional de Incompatibilidades, esta tiene hasta 20 días para elevar al Pleno su dictamen (artículo 7).
La presidencia deberá convocar otro pleno, el tercero, para el debate y votación definitiva del dictamen de la Comisión Provisional de Incompatibilidades. Antes de que concluya la sesión, la presidencia debe fijar la fecha y hora del pleno de investidura.
Sin plazos concretos que acoten todos los procedimientos necesarios hasta la convocatoria del debate de investidura, el Reglamento del Parlamento sí contiene una prohibición que desincentiva el bloqueo o la dilatación excesiva de tiempos: hasta que no se haya designado lehendakari, «no se podrán incluir en el orden del día otros asuntos, salvo que lo aconsejaran razones extraordinarias o de urgente necesidad apreciadas por la Mesa y la Junta de Portavoces», como reza el artículo 166 del Reglamento.
¿Cómo se elige al lehendakari?
- Para ser lehendakari es condición imprescindible ser diputado del Parlamento Vasco (artículo 4 de la Ley de Gobierno).
- A la hora de elegir al líder del Ejecutivo, el País Vasco cuenta con un sistema peculiar respecto al del Congreso de los Diputados y al resto de parlamentos autonómicos. El procedimiento es un híbrido entre la elección de presidentes de cámaras y la elección de alcaldes en los ayuntamientos: sin posibilidad de voto en contra, solo cabe apoyar un candidato o la abstención.
- Podrán presentarse a la investidura tantos candidatos como grupos parlamentarios haya en la Cámara. Los grupos registrarán ante la Mesa su candidatura hasta 72 horas antes de que comience el pleno.
- El candidato tendrá 90 minutos para exponer su programa de gobierno. Si hubiera más de una persona propuesta, cada una de ellas dispondrá de ese tiempo y el orden de intervención dependerá el número de diputados de su grupo, empezando por aquel que tenga menos representación y siguiendo en orden creciente de parlamentarios (de menor a mayor). Finalizados todos, habrá un receso de hasta 24 horas.
- La sesión se reanudará con turnos de 30 minutos para los representantes de los grupos parlamentarios, 30 minutos para el turno de respuesta del candidato o candidatos y réplicas de hasta 10 minutos para los grupos.
La votación para elegir lehendakari
En la votación no cabe el voto en contra, lo que reduce al mínimo la posibilidad de un bloqueo que desemboque en la disolución del Parlamento y la repetición electoral. Cada parlamentario, tras ser llamado por su nombre por una de las secretarías de la Mesa, responderá con el nombre de uno de los candidatos (o el del candidato o candidata si solo hay una candidatura) o indicará que se abstiene, como se especifica en las resoluciones generales de la Presidencia del Parlamento Vasco.
Para ser elegido presidente autonómico, un candidato tiene que alcanzar mayoría absoluta en primera votación. Si ninguna candidatura lo lograra, bastará con mayoría simple en una segunda votación que se celebrará 24 horas más tarde. En caso de existir más de un aspirante, resultará elegido en segunda votación el que recabe más apoyos.
Si en la segunda votación no hubiera ganador por un empate, se resolvería con una tercera votación, en un plazo de 24 horas, esta ya solo entre las candidaturas empatadas. Si se mantuviera el empate, la presidencia, junto a la mesa y la Junta de Portavoces, determinarán un calendario para nuevas votaciones.
Así, la única posibilidad de ir a una repetición electoral es que se produzcan sucesivos empates durante 60 días «desde la convocatoria del Parlamento para la elección del lehendakari» (artículo 6 de la Ley de Gobierno).
Renovación parcial del Senado
Como al resto de parlamentos autonómicos, al vasco le corresponde la elección de un número de senadores en proporción a la población del territorio: un representante para cada comunidad más otro adicional por cada millón de habitantes. De esta forma, corresponde al Parlamento Vasco nombrar tres senadores de designación autonómica. La Ley sobre Designación de Senadores representantes de Euskadi establece un plazo de 20 días, desde la sesión constitutiva, para que los grupos propongan candidaturas.
Después, tras el dictamen favorable de la Comisión de Incompatibilidades, se elegirán los tres senadores por designación en un pleno convocado para ello. En la votación, cada diputado puede anotar el nombre de uno de los candidatos. Serán elegidos los tres más votados, siempre y cuando cuenten con al menos 19 apoyos (un cuarto de la Cámara). Si concluida la votación hay vacantes porque no hubo tres nombres con 19 o más votos, se hará una segunda votación en la que se completarán las vacantes con quienes obtengan más votos.